7 claves para frenar las rabietas sin violencia
Es muy cierto que una rabieta infantil puede romper absolutamente nuestro equilibrio emocional e incluso afectar todo el clima familiar, peor si es que ocurren en la calle o justo cuando estas por hacer algo importante. Por eso, aquí compartimos 7 claves doradas que te ayudarán a superar con éxito estas situaciones y lograr un final feliz para todos. Toma nota de los comentarios brindados a CONECTADOS GLOBAL MEDIA por la psicóloga clínica Vanessa Valcárcel Cabero.
- Respira profundamente varias veces hasta lograr calmarte con la finalidad de no explotar. Mientras no te tranquilices no te acerques a tu hijo o hija, controla tus impulsos y no pretendas solucionar el problema pegándole. Invítalo a respirar, a meditar y a darse cuenta de lo que está haciendo. Si reaccionas con agresividad darás pie a una lucha de poder interminable, ya que los niños siempre están en constante búsqueda de poder.
- Frena la rabieta sin gritar porque los gritos lastiman y hacen que los hijos se alejen de sus padres perdiendo poco a poco la confianza. Recuerda siempre que tú eres su ejemplo. Ellos repetirán tu conducta con otras personas cuando surjan problemas. Es necesario que aprendas a manejar tus propias emociones, pues de esa manera podrás vincularte con las emociones de tus hijos de manera más asertiva. Si tú no regulas tus emociones, ellos tampoco lo harán.
- “Tiempo Fuera”. Aplica esta técnica de modo que tú y tus hijos tengan su espacio de reflexión o meditación y cuando se hayan calmado conversen sobre la rabieta y cómo se sintieron ambos. Antes de concluir la conversación lleguen a acuerdos, comprometiéndose el niño a no hacer rabietas y expresar con calma sus sentimientos y necesidades. Y por su parte, papá o mamá también deberán comprometerse a escucharlo más y no gritar.
- Desarrolla la empatía y la escucha. Recuerda que los niños utilizan las rabietas para intentar comunicar algo cuando no se sienten escuchados y se frustran al no saber cómo hacerse entender y no lograr aquello que necesitan o desean. Ponte en su lugar y trata de ver las cosas desde su perspectiva con la finalidad de poder comprenderlos mejor.
- Haz preguntas. Por lo general las rabietas surgen por hambre, sueño o cansancio, molestia o dolor físico, necesidad de contacto o afecto e incluso dolor emocional. Entonces haz preguntas al respecto, conectándote con amor y tolerancia, haciéndole ver que tú comprendes cómo se siente. Por ejemplo ¿Tienes sueño, amor? ¿Te molesta algo hijito? ¿Qué ocurre, cuéntame
- Cuéntale un cuento relacionado con la situación vivida y una vez que se haya calmado hazle preguntas para que interiorice la lección aprendida. Por ejemplo: “Había una vez un niño que lloraba porque quería que le compren su helado, grito y lloró, sus padres le dijeron que no se lo darían si él seguía llorando y gritando, le dijeron que se lo darían sólo si almorzaba primero, él se alegró porque supo que comería su helado después de almorzar”.
- Usa la técnica “cuando y entonces”. Háblale con tranquilidad y firmeza de manera asertiva y dile por ejemplo “Te lo voy a dar después de almuerzo” o “Cuando termines tu tarea entonces podrás salir a jugar”. Así conseguirás atender su necesidad y su rabieta cesará pronto. Es importante que ambos cumplan el acuerdo.
Recuerda: La Comunicación Consciente Positiva es Energía que Sana, Une y Transforma la vida en un presente de Paz.
«Es muy necesario que los padres respiren y se calmen antes de resolver las rabietas. Así le darán un buen ejemplo a sus hijos».
Vanessa Valcárcel, Psicóloga Clínica
El dato
Si deseas contactar a la psicóloga clínica Vanessa Valcárcel Cabero escríbele a [email protected] o al WhatsApp 939 206 889.