¿Para qué invertir tanto tiempo en almacenar dolores o resentimientos? Cada momento feliz se esfuma entre nuestros dedos cuando nos dejamos atrapar por pensamientos negativos e incluso tóxicos que nos arrastran por la senda de las emociones negativas que anclan nuestra vida y la de los demás.
El primer perdón que deberíamos practicar diariamente es el de dejar de autoculparnos por todo lo malo que ocurre y el segundo, dejar de culpar a los demás, incluso por hechos leves. Cuando dejamos de juzgarnos y juzgar a otros es cuando aparece la claridad para poder avanzar por la senda de la prosperidad, del desarrollo.
Sin perdón no habrá muchas sonrisas hoy. Sin perdón podemos arruinar nuestro presente y el de los demás, causando aún más incertidumbre y dolor. Meditemos bien si vale la pena perder tanto tiempo con culpas y reflexionemos como podemos lograr avanzar hacia la paz personal y familiar.
Sin perdón no hay paz ni equilibrio ni desarrollo. Por eso hoy, intentemos apurarnos en perdonar el pasado, incluso lo que ocurrió hace algunos minutos y pasemos la página rápido enfocándonos en todo lo positivo que podemos hacer por nosotros mismos y por los demás. El perdón une y puede ayudarnos a lograr creaciones y transformaciones inéditas de gran valor. Que así sea.
¡Gracias y Bendiciones!
Tu amiga,
Guisella Vargas Ochoa.
Directora de Conectados Global Media